A unos 35 kilómetros al sudoeste de Agra se encuentran las ruinas de Fatehpur Sikri, suntuosa ciudad mogol construida por el emperador Akbar, el Grande, utilizada 17 años y abandonada por falta de agua. Se dice que el emperador escogió la colina de Sikri tras haber consultado al jeque Salim Chistie, santo nacido en ese lugar, que profetizó a Akbar el nacimiento de tres hijos; (el edificio más majestuoso de Fatehpur Sikri es precisamente la tumba de este santo). Dos años después del nacimiento de su primer hijo, Akbar inició en Sikri la construcción de una mezquita y un palacio; los nobles de la corte empezaron a construir sus casas en las cercanías y, al cabo de poco tiempo, apareció una nueva ciudad que fue la capital del imperio hasta que 17 años mas tarde, en 1585, Akbar y su corte la abandonaron repentinamente. En 1573, tras la conquista de Guyarat, Akbar le puso el prefijo de Fatehpur que significa Ciudad de la Victoria.
Durante su estancia en Fatehpur-Sikri Akbar mostró un gran interés por temas religiosos; se dice que quiso unificar las religiones y como muestra de ello tomó cuatro esposas de cuatro religiones diferentes; de ellas posiblemente su preferida fue María, cristiana de origen portugués. Llegó incluso a concebir una religión propia; y aunque no logró, como pretendía, una única religión para su imperio fue quizás el precursor de la tolerancia religiosa que, salvando las excepciones, existe en la India actual.
Fatehpur Sikri ocupaba un cerro rocoso cuya cima se extiende en dirección noreste-sudoeste; y estaba rodeada de una muralla por tres lados, pues al noroeste se extendía un gran lago, actualmente seco. Aún se conserva parte de la muralla y algunas puertas.
La Mezquita y el Palacio Imperial constituyen una obra maestra única. Separados por una corta distancia suelen recorrerse de sur a norte; ello supone un largo paseo que, como todo en la India, se realiza con calma.
Durante su estancia en Fatehpur-Sikri Akbar mostró un gran interés por temas religiosos; se dice que quiso unificar las religiones y como muestra de ello tomó cuatro esposas de cuatro religiones diferentes; de ellas posiblemente su preferida fue María, cristiana de origen portugués. Llegó incluso a concebir una religión propia; y aunque no logró, como pretendía, una única religión para su imperio fue quizás el precursor de la tolerancia religiosa que, salvando las excepciones, existe en la India actual.
Fatehpur Sikri ocupaba un cerro rocoso cuya cima se extiende en dirección noreste-sudoeste; y estaba rodeada de una muralla por tres lados, pues al noroeste se extendía un gran lago, actualmente seco. Aún se conserva parte de la muralla y algunas puertas.
La Mezquita y el Palacio Imperial constituyen una obra maestra única. Separados por una corta distancia suelen recorrerse de sur a norte; ello supone un largo paseo que, como todo en la India, se realiza con calma.
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